domingo, 1 de junio de 2008

No vale la pena ser infieles...

Un tipo está en la fila del supermercado, cuando una
rubia escultural le
saluda agitando la mano, y le lanza una de aquellas
sonrisas
estremecedoras.

El tipo mira hacia los lados, hasta que se convence
que es con él.
Decidido, deja la fila y se acerca a la bella mujer.
Suavemente le dice:

-Disculpe... ¿nos conocemos?
Ella le responde con una sonrisa encantadora:
-Pues... tal vez yo esté equivocada, pero me parece
que usted es el padre
de uno de mis niños.

El tipo se queda boquiabierto, mientras su memoria
trabaja
gran velocidad, intentando recordar los detalles de
la única vez que le
fue infiel a su esposa. Extrañado le dice:

-¡Ohh! no me diga que usted es aquella stripper que
en la despedida de
soltero de mi amigo, yo me la comí encima de la mesa
de billar, en medio
de aquella tremenda orgía, completamente borracho,
mientras una de
sus amigas me flagelaba comiéndome los huevos y
metiéndome un pepino
por el culo.



-Bueno... no exactamente, responde ella
visiblemente avergonzada.Yo soy
la nueva profesora de la escuela.

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